
Aunque está claro que la forma más segura de guardar una contraseña sigue siendo nuestra cabeza, cuando uno está registrado en un centenar de sitios webs con distintas contraseñas ya no da para más. Es por esto que un buen gestor de contraseñas nos puede salvar de una buena, ya que es capaz de generar claves potentes y almacenarlas junto a notas seguras, información bancaria y demás. Tan solo te tienes que quedar con la contraseña maestra para entrar al servicio.
Sin embargo, hoy día no te puedes fiar ni siquiera de los gestores de contraseñas en línea, ya que a pesar de su férrea infraestructura, también son susceptibles a brechas de seguridad. El ejemplo más claro es el de LastPass, un servicio que fue vulnerado el pasado año, haciéndose con información sensible de sus usuarios. Por esta misma razón, usar un gestor de contraseñas en local puede ser una buena idea para ampliar tu seguridad y evitar sustos.
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