
Llega un momento que tu viejo PC acusa el paso del tiempo. La industria tecnológica no se para por nadie, avanza de manera imparable y con ello aumentan las necesidades de los usuarios. De esta manera, en unos cuantos años te puedes encontrar que tu equipo informático se queda sin espacio de almacenamiento o memoria; el equipo se calienta o hace demasiado ruido; no puedes conectar tus nuevos periféricos; no puedes instalar las últimas versiones de sistemas operativos o aplicaciones; tarda una eternidad en arrancar o en ejecutar las aplicaciones; se desconecta del Wi-Fi; se bloquea o tiene errores aleatorios que no sabes de donde vienen y en general obtienes una experiencia de uso bastante negativa.
La primera respuesta es pensar en comprar un PC nuevo. Y ciertamente es una buena opción porque estirar la vida útil de un dispositivo informático hasta el límite de lo razonable no va a generar ningún ahorro y sí muchos dolores de cabeza. Además, hay oferta de equipos nuevos solventes de gama de entrada y muy bajo precio. Todo ello dicho de manera general porque tampoco tienes que tirar tu PC viejo a las primeras de cambio.
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